La insoportable e ínsita manía del ser: perder el tiempo.
Pensar, pensar y pensar pero no aprovechar el tiempo realizando esos pensamientos.
Hasta la persona más trabajadora pierde el tiempo. ¡Qué manía tan irremediable!, ¡todos somos unos lecheros*!
Entre la voluntad y la pasividad, una lucha interna contigo mismo, contra tu inercia al vacío.
Estamos llenos de pensamientos, ideas, sueños etc. pero... ¡¿cómo llevarlos a cabo todos?!
El mundo virtual incrementa esta manía ya que nos hace soñar aún más, acercando nuestros sueños (de manera falsa) a la realidad. Nuestros avatares (tuentis, facebooks, etc.) se acercan más al proyecto tuyo (imaginado) de tu vida que tu propia vida: controlamos lo que no queremos que esté, acrecentamos la imagen que queremos dar de nosotros a los demás.
SUEÑOS, pero ¿qué es la vida? ¿REAL?
Tu reflexión neokantiana me plantea nuevas cuestiones: ¿nuestra vida virtual puede llegar a ser una especie de ensayo de la real?, ¿nuestros avatares podrán convertirse, quizá algún día si no lo son ya, en prolongaciones de nuestro ser? Al fin y al cabo, no es difícil desear una vida A y otra B cuando ambas no son compatibles, ¿no?
ResponderEliminar¡Noooo, neokantiana no por favor! No era esa mi intención al menos.
ResponderEliminarNo creo que nuestra vida virtual sea un ensayo de la real, más bien una simple apariencia moldeada por ti mismo, sobre todo en el caso de redes sociales.
En cuanto a la siguiente pregunta, si lo fueran también lo sería todo lo construído por el ser humano. Todo está relacionado, todo es compatible y simultáneo en tu mente (y en la de todos) :)